Sinopsis:
Atormentado por la desaparición de su esposa hace unos meses, el inspector Robert Kett deja su empleo en la Policía Metropolitana de Reino Unido y se traslada a la ciudad de Norwich con sus tres hijas pequeñas, con la esperanza de restaurar la paz en su familia rota y empezar de cero. Pero la tranquilidad en su nueva vida dura muy poco: dos niñas desaparecen mientras están repartiendo periódicos en bicicleta y todo apunta a que un secuestrador anda suelto por la ciudad.
De la noche a la mañana, Kett se verá arrastrado de lleno a uno de los casos más oscuros de su carrera, un misterio que lo enfrentará cara a cara con un mal espantoso y que, a la vez, podría desvelar la terrible verdad de lo que le sucedió a su esposa.
Reseña:
Esta es la primera novela protagonizada por el detective Robert Kett, de la que ya se han publicado ocho y que están teniendo buena acogida en Reino Unido.
Kett, que aún arrastra la decepción de no haber encontrado a su esposa, tendrá que apañarse con sus tres niñas que necesitan atención permanente para poder colaborar en un suceso que tiene conmocionado a los habitantes de Norwich adonde acaba de llegar para intentar restablecer su vida.
Una novela escrita de manera sencilla, con una prosa directa y en la que el humor y las situaciones que provocan la presencia de las hijas del detective, que incluso lo acompañarán en la comisaría o en los lugares más insospechados durante la investigación son uno de los aspectos diferenciales con otras novelas del género, aunque quizás se prodigan en exceso, repitiendo incluso algunas de ellas, en detrimento de lo que debería ser importante: la propia investigación.
Sin demasiadas complicaciones en cuanto a la trama criminal, que alcanza su mayor nivel en la última parte y que sin embargo tiene la capacidad de atraparte, en parte porque dibuja unos personajes que encajan bien con la ambientación y la historia, alejados de clichés y tipismos. Una historia sobre pederastas, errores policiales y asuntos familiares que deja abierta la principal incógnita que rodea al detective Kett: saber que ocurrió realmente con su esposa y si ésta permanece aún viva. Pero esa queda para las siguientes entregas.
Con todo esto, Sin rastro (Paper girls en su edición original) es una novela que se lee casi de tirón y con la que se puede pasar un buen rato si no se es demasiado exigente.
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| Sin rastro (Paper Girls) |
El autor:
Alex Smith escribió su primer libro cuando tenía seis años. No era excesivamente bueno, pero estaba plagado de monstruos sobrenaturales. Sus novelas policíacas protagonizadas por el inspector jefe Robert Kett también incluyen monstruos, aunque estos son muy humanos y, por eso, son todavía más aterradores. Entre una novela y otra, también ha publicado doce libros infantiles y juveniles firmados con su nombre completo, Alexander Gordon Smith.Vive en Norwich con su esposa y sus tres hijas.
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