Sinopsis:
Aunque hace décadas que las minas
enmudecieron en los Montes de Hierro, en la quietud de la noche aún pueden
oírse los lamentos desesperados de las almas que quedaron sepultadas en su
vientre de roca. La aparición del cadáver de Teresa Echegaray, la poderosa
mujer que pretende reabrir la explotación, despierta entre los habitantes de la
cuenca minera el miedo a las leyendas dormidas y reaviva el rencor acumulado
durante largos años.
La investigación del asesinato se
ve lastrada por un acontecimiento que sacude la vida de Julia. Cuando parece
que al fin ha llegado la hora de cicatrizar una dolorosa herida de su pasado,
no encuentra la respuesta que busca, sino nuevas preguntas y una misión para
Ane Cestero quien, despojada de su uniforme y su placa, tendrá que resolver el
rompecabezas armada únicamente con su instinto. Juntas se enfrentarán al caso
más complicado de su carrera.
Reseña:
Con Alma negra, Ibon Martín
cierra un ciclo. Y lo hace con una novela que no solo engancha por su misterio,
sino que también nos deja con esa sensación de que los personajes ya forman
parte de nuestra vida. Es el broche final a la serie de Ane Cestero y su unidad
especial de investigación, y la verdad es que se despide por todo lo alto.
La historia se sitúa en la cuenca
minera de Bizkaia, un lugar con tanto peso narrativo que por momentos parece
tener vida propia. Las minas abandonadas, los montes cubiertos de niebla, los
ecos de un pasado industrial y obrero… todo ese paisaje se siente denso,
magnético, cargado de historia y de secretos. Ibon Martín siempre ha sabido
utilizar el entorno como parte esencial de sus tramas, pero aquí lo lleva aún
más lejos: el escenario no solo ambienta, sino que condiciona y amplifica todo
lo que ocurre.
Y aunque el caso principal, como
en toda buena novela negra, nos atrapa con giros, muertes y revelaciones, lo
más interesante es lo que ocurre entre los personajes. Ane Cestero ya no está
en su mejor momento: está suspendida, arrastra heridas emocionales y parece
irse alejando de sí misma. Pero justo cuando todo se tambalea, vuelve a confiar
en su equipo —especialmente en Julia, que toma más protagonismo que nunca— y
juntas se embarcan en una búsqueda muy personal que mezcla lo profesional con
lo íntimo. En el fondo, Alma negra es tanto un thriller como una novela sobre
la identidad y la necesidad de apoyarse en otros cuando todo se complica.
Las relaciones entre los
personajes están muy cuidadas: hay lealtades que se ponen a prueba, silencios
que duelen más que las palabras, y vínculos que se fortalecen cuando uno menos
lo espera. La novela también lanza una mirada crítica a los conflictos sociales
que aún marcan la zona: la tensión entre las dos márgenes de la ría de Bilbao,
el poder económico frente a la herencia obrera, la ambición de las élites
frente al peso del pasado. Y todo esto se entreteje con una intriga que se va
transformando a medida que las pistas cambian de sentido, como si la verdad se
fuera desplazando cada vez que uno cree tenerla al alcance.
Lo bonito —y lo duro— de Alma
negra es que, además de resolver un caso, sentimos que los personajes también
cierran heridas. Y eso, en una serie de novelas, no siempre pasa. Aquí sí. Ibon
Martín se despide de Ane con respeto, con emoción y con una historia que nos
deja con el corazón un poco encogido, pero muy satisfecho.
Si has seguido la serie, esta
última entrega es imprescindible. Y si no has leído a Ibon aún, este es un buen
motivo para empezar desde el principio. Porque lo suyo no son solo thrillers:
son historias en las que el paisaje, las personas y los silencios hablan tanto
como los crímenes.
Otras reseñas de libros de Ibón:
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Alma negra |
El autor:
Ibon Martín (Donostia, 1976) ha
conquistado un lugar propio en el thriller nacional e internacional gracias a
sus pasiones: viajar, escribir, describir.
Su carrera literaria empezó en la
narrativa de viajes. Enamorado de los paisajes vascos, recorrió durante años
todos los caminos de Euskadi y editó numerosas guías que siguen siendo
referencia imprescindible para los amantes del senderismo.
Su primera novela, El valle sin
nombre, nació con el deseo de devolver a la vida los vestigios históricos y
mitológicos que sus pasos descubrían. Tras ella llegaron LOS CRÍMENES DEL FARO,
una serie de cuatro libros inspirados por el thriller nórdico que se
convirtieron en un éxito rotundo.
La danza de los tulipanes (Plaza
& Janés, 2019) alcanzó los primeros puestos en las listas de más vendidos,
consagrándolo como uno de los autores más destacados de thriller tanto en
España como en el extranjero, donde ocho de las editoriales internacionales más
prestigiosas se rindieron al hechizo de su narrativa. La hora de las gaviotas
(Plaza & Janés, 2021) fue galardonada con el Premio Paco Camarasa a la
mejor novela negra del año, y lo confirmó como el maestro vasco del suspense.
Novela a novela ha construido un
universo muy especial en el que se mezclan con elegancia todos los tonos del
noir: investigación a cargo de un equipo policial, perfilación criminal del
asesino, denuncia de asuntos de actualidad, suaves pinceladas de suspense y
ambientaciones poderosas que evocan paisajes rurales y leyendas antiguas.
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